- ¿Un amor la espera?
- ¿Disculpe?
- En su rostro se ve que está ansiosa por llegar, pero no es una ansiedad normal, es por amor, ¿acaso me equivoco?
Observe a la mujer a mi lado, una señora con un rostro
agradable, aunque se veía mayor, por un instante me pregunte si no era demasiado
mayor para un viaje tan largo. Ella
esperaba una respuesta y yo sin pensarlo bajo la mirada a mi mano, la sortija
brillaba con la luz artificial de la cabina del avión, sonreí y solo asentí. Ella por su parte sonrió a su vez.
- Ser joven y estar enamorada, extraño ese tiempo, ¿me cuentas?
- ¿Disculpe?
- Como fue, como ha sido, como va y que esperas, cuéntame la historia niña, asi nos entretenemos ambas en el viaje.
Pensé por un momento, sonreí y mi mente me transporto a esa época.
Acababa de ingresar a trabajar, era mi primer día cuando lo
vi, delgado, alto, su rostro mostraba que no le hacía gracia tener que
explicarme nada, pero se lo habían encargado, mi mente estaba llena de dudas, el dominaba el tema pero no me daba espacio a preguntas.
- Disculpa, José, ¿Cierto?
- Así es.
- ¿De qué manera se trabaja este sistema en este hotel?
- No soy la persona más indicada para que le preguntes esas cosas, presta atención a lo que te indico y lo demás lo aprenderás tu sola.
Como lo deteste en ese momento, no sé qué pensaba la
gerencia al ponerme a este tonto amargado para que me explicara, su perfil
estaba iluminado por la luz del pc y a mí me parecía un hombre que aunque
atractivo a primera vista solo le faltan 2 palabras para meterlo a friendzone,
era seco y demasiado serio, un verdadero fastidio, lo veía y era tolerable.
El tiempo fue pasando y él se fue mostrando cada vez más como realmente era, empezó a mostrarse divertido, yo no tengo un sentido del humor
precisamente común o vulgar, él tampoco, cada día me parecía más interesante,
fui perdiendo el fastidio y me permití sonreír, platicar, no puedo especificar
la hora o el día exacto en que entro en mi corazón, sin embargo, una noche
cualquiera habíamos salido del trabajo cuando él me dijo que tenía hambre, esa
forma de expresarse tan despreocupada, le acompañe a cenar algo ligero,
hablamos, reímos, y bajo un farol en una noche estrellada sus labios y los míos
se unieron, nuestros corazones latieron al unísono, comenzamos nuestra relacion que maduro rápidamente era como haber encontrado la tan esperada otra mitad, fue como encontrar mi complemento.
- Que hermosa historia mi niña.
Sus palabras me sobresaltaron, estaba tan absorta en el recuerdo
que se lo contaba sin darme cuenta se la estaba relatando, el avión pronto llegaría
a Bogotá, desde donde tendría que esperar el siguiente que me llevaría a
Cartagena y a sus brazos, sentí mis mejillas caliente y una risa ligera de
parte de mi compañera me revelo que tal vez hubiera cambiado un poco de color,
la señora me observaba atentamente.
- Ese anillo, tiene algún significado profundo y trascendental o es solo un souvenir.
- Es mi anillo de compromiso. – Dije algo tímida ante la mirada penetrante de ébano que no me permitía escapar.
- Buena fortuna, long and prosper life for you two. Be bless by god with a lot of happiness and specially a lot of children *
Esta vez si me sonroje.
- Amen
Empezamos el descenso y las palabras de la anciana me
llenaron de esperanzas y alegría. Al salir del túnel la anciana desapareció de
mi campo visual, no esperaba a nadie, sin embargo, mi corazón dio un vuelco,
porque allí envuelto en una chamarra azul acero, había un hombre que sonreía ansioso,
su cabello negro, sus ojos sinceros y la sonrisa se amplió, empecé a caminar rápidamente,
el avanzo más y cual película cursi, después de tantos meses de separación, empecé
a correr para aterrizar en sus brazos, sus labios ahogaron mis palabras, pero
ese beso expresaba lo que mi corazón cantaba, al separarnos el solo susurro.
- No me dejes nuevamente.
- Nunca.
· *Traducción: Larga y prospera vida para ambos. Sean bendecidos con mucha felicidad y especialmente muchos niños.
Comentarios
Publicar un comentario